La sra. de carbón

Profundo el estremecimiento que me atormenta en el danzón de este estado de alerta estática. Las ganas abatiéndose con la impotencia... La libertad burlona se ríe de mí ocultándome la hermosura de todas las obras de arte que me generan plenitud.
Maldita agonía que me trae la marea del recuerdo, donde me sumerge y me hago pequeña inmersa en la desesperanza, y dime tu, ¿que hago pensando en tu rostro endurecido si ya las brisas trajeron calma, donde después de un profundo sueño te había olvidado?, a que vuelves pues, a seducirme con tus engañosas palabras, a despertar mi locura solitaria, donde no eres bienvenido.
Las nubes y el profundo azul de una playa olvidada por piratas, congelada y gris, me arrulla con melodías vacías y el piquete ponzoñoso vuelve a mis sienes.

Pensándote. 1997