Sunday, July 09, 2006

Viaje por la Colonia Roma

Cuando las estrellas solo miran y la luna lo abraza, cuando no caben las letras de distancia en el prolongado y eterno arco de la noche.
Había yo olvidado la furia de esa oscuridad, pero lo recordé cuando caminaba sobre los pasos de concreto de los ayeres, en una colonia del centro de México DF, claro, llegue tan rápido con la efusividad y desesperación de mi adoloridos sentidos en la danza con mi imaginación, estaba perdida pero prefería ahogar lo aturdida de mi en el frasco de gritos sordos.
Voltear. Mirar el reloj. Voltear, izquierda luego derecha, enfrente... tres minutos después sobre el hombro hacia atrás para ver si alguien huele ya tu patético sosiego, insaboro, ideal para la inspirador de un trovador sin éxitos ni mujeres plantadas, cabronas...
Vuelvo a la burbujeante nube nocturna que entre perforaciones de la misma se une con una tarde soleada, pero al igual odiosa, respiro después del antojo de un pastel, te odio, te pienso, me encantas, te necesito, pero trago el pesado óleo de las imágenes que provocas y llega la hora justa, se me olvida tanto drama y comienzo mi monótona rutina de nuevo.

No comments: