De lo que pasa cuando a el le roza la seda que se desprende de su cuerpo (1ra.p.)

ratinana
Como inocencia y ternura comienza el juego de tan radiantes amantes, que, al par de unos minutos más arderan en fogozos deseos hechos realidad, fascinante mezcla de miel de maple con una que otra gota de jugo de limón. Se ilumina la habitación al compás de las figuras creadas por tan brillante seducción, hace falta variar. La danza del deseo corrompe todo ente, energía y aromas que acompañan el aire latente a todo momento, es diferente, se percibe en esos momentos olor a músculo flageloso capaz de insinuar la más prodigiosa intención. Besos inertes, sin término ni origen, besos que saben a ti, carne divina multifacetica, que emprendes nuevos tiempo llenando a mi espirítu de satisfacción, amante eterna de lo que no tiene explicación.Lleno de deseo lo dejas, embriagado, lucido, eterno tan lleno de ti, sal que alimenta al ser conciente, cosa viva imponente.