cualquier momento del día

ratinana
Abrir, cerrar...uego, despertar. Limpio los residuos de saliva seca en los horizontes de mis labios, pongo alto a la melodía comercial proveniente del celular prestado de mi papá, cinco minutos más.
Helados puñados diminutos se incrustan en mi espalda rojiza al contacto con el agua, tan memorable berrinche marcará mi día por el jabón intrometido en la ventana de mi alma, en verdad que me dolió, le sigue la imposición del disfraz escolar, triste etiqueta que portan individuos vacios que más por tradición que por convicción dicen aprender. las calcetas son muy largas las doblaré y en mis zapatos guardaré así como al furiosa deshacer ese trozo de papel donde propuse plasmar todo sentimiento que surgise al ver las nubes y la luna rosar, que malviaje, solo me falta un cigarro que mi amante guarda en una cajita roja debejado de cartitas, listones y un lipstick y después, volar bajo la anestecia del mismo tabaco y de un frappe e hipnotizada por las sensuales notas de un chelo y un triste saxofón, creando un ambiente de longevidad y experiencia, luego se sigue volando, se detiene el tiempo así como en la "cena" de ponchito reyes, se entiende la odna de la rosa y hasta con su espectro logro conversar, me decido, me detengo un tiempo... dejo de pensar.