Wednesday, March 23, 2005

maleza: producto de una ausencia

ratinana

Comparo el martirio que hoy vivo con el acto de apuñalar a alguien con vigor electrizante y poco glamoroso.
Fue esta mañana, cuando movida por un simpático sentimiento decidí darle a cierta criatura llena de carisma un poco de mi tiempo, fue pues cuando justamente decidiste empacar, mirarte unos segundos frente al espejo que mostraba levemente tu dureza por el verte amenazado a marchar, manchas de tristeza yo lo pude desde lejos apreciar.
Por ello hoy me pierdo, vagabundeo, sollozo, desprecio... deseo suplicarle a ese destino tan testarudo, tan nocivo que de sol a sol disfruta el vernos distantes, donde mi piel no siente la escalofriante aventura de sentir rozando la tuya, el vibrante momento en que tus labios fríos perpetúan mi sentir... lo odio, destino tan amargo, que se materializa para poner barreras idiotas, donde las etiquetas morales dictan que hombre y mujer no deberán vivir el sentimiento a plenitud que los une (amor) ejemplificado en el compartir una sábana, odio el destino que esta noche después de tan basto de sufrir en las horas del cielo claro me receta para morir en silencio, tan lejos de ti.

No comments: